martes, 3 de febrero de 2009

modelos pedagogicos

modelos pedagogicos Profesor: Lic. Héctor Fabio Villalba

En este modelo pedagógico, los elementos del proceso de enseñanza con mayor fuerza y presencia son los docentes y el conocimiento; podría decirse que la realidad (el entorno social) está ausente en este modelo. El docente es quien tiene el conocimiento, integrado por una serie de datos particulares e informaciones que se encuentran en las enciclopedias y textos. Su misión es dirigir la vida de los estudiantes y llevarlos por el camino adecuado, convirtiéndose, en suma, en el modelo a seguir: es al maestro a quien se debe imitar y obedecer y acostumbrarse a asumir, como propia, su voluntad. El propósito de la escuela, según este modelo, es dominar los instintos humanos y conseguir adultos, obedientes, disciplinados, «bien educados», cultos y repetidores de información. El docente deberá transmitir el saber que posee (que es reconocido por la sociedad) al estudiante de la forma más fidedigna posible, siendo las estrategias didácticas más adecuadas para ello, la memorización y la repetición (series continuas de ejercicios mecánicos
La evaluación sirve para conocer el grado de retención de la información transmitida, utilizando, entre otros, mecanismos tales como el premio - castigo para lograr sus metas establecidas. La relación docente – estudiante es una relación entre quien sabe y quien ignora «tabula rasa», al que hay que llenar de saberes enciclopédicos que se deben repetir sin más.
Esta concepción del estudiante como ser pasivo, hace que los docentes necesiten legitimar su relación didáctica dentro de parámetros autoritarios y jerárquicos, que niegan la experiencia, opiniones e ideas de los educandos. Este modelo pedagógico se fundamenta en un enfoque conductista, que define el aprendizaje como la adquisición de nuevas conductas predecibles y observables, productos de un mecanismo de Estímulo - Respuesta, omitiendo las actividades mentales que ocurren en los procesos educativos.
Modelo activista
Surge como un movimiento de reacción al modelo tradicional, caracterizado por el enciclopedismo y la incomprensión de las necesidades de los estudiantes. En tal sentido, este modelo pedagógico rescata al estudiante en su rol de conductor activo de sus propios aprendizajes y a la realidad, como el punto de partida y objetivo del aprendizaje. El propósito de la labor educativa es, preparar a los estudiantes para la vida, adaptar a los niños al medio social adulto.
Según este modelo es necesario organizar el aprendizaje en función de los intereses de los estudiantes y de lo que pueden aprender (lo asequible). El trabajo individual se coloca en primer plano, cada uno avanza a su ritmo y el trabajo en grupo reúne a quienes tienen preferencias comunes e igual nivel de progreso. El estudiante aprende a partir de la manipulación, la experimentación, la invención, el descubrimiento y lo va haciendo conforme su maduración se lo permita: «manipular es aprender». Este modelo pedagógico sitúa al docente en un rol marginal de facilitador, auxiliar o animador responsable de preparar locales y materiales concretos, para que los estudiantes tengan la experiencia de operar sobre éstos y «descubran», por sí solos, las leyes y reglas que norman las ciencias, la naturaleza y la vida.
En este sentido, el conocimiento está dentro del individuo y la acción educativa, concebida como el «operar sobre un objeto», hace que aflore ese conocimiento innato y se reestructure a partir de esa experiencia.
El modelo activista se fundamenta en la teoría evolutiva de Jean Piaget, que relaciona directamente tres grandes elementos: la maduración, la experiencia y el equilibrio. La maduración precede al aprendizaje, lo que quiere decir que el niño primero debe estar biológicamente preparado para aprender. En este contexto, Piaget reconoció diferentes etapas ordenadas secuencialmente, por las que atraviesa todo ser humano; estas etapas se caracterizan por ofrecer diferentes posibilidades de aprendizaje, exclusivas para cada fase evolutiva de la persona.

Para que estas posibilidades sean efectivas debe implicarse la acción sobre los objetos (la inteligencia es una prolongación directa de la acción).
La experiencia de interactuar con el mundo físico; de palparlo y manipularlo, que posibilita que ocurran los sucesivos mecanismos de asimilación y acomodación es, según Piaget, lo que permite el equilibrio o desarrollo de la persona.
Modelo histórico-cultural
Este modelo otorga una valoración e importancia equilibrada a los cuatro elementos macro que intervienen en los procesos de enseñanza y de aprendizaje: retoma el rol protagónico del estudiante como el sujeto de sus procesos de aprendizaje; rescata al docente de la marginalidad del modelo anterior y lo ubica como sujeto de los procesos de enseñanza; considera el conocimiento como el legado cultural de la humanidad, digno de ser conocido y comprendido, considerando la comprensión de la realidad, el punto de llegada, para cuyo estudio confluyen diferentes procesos cognitivos adquiridos con anterioridad.El objetivo de este modelo es formar personas pensantes, críticas y creativas; apropiadas del conocimiento creado por la humanidad y en constante búsqueda de alternativas divergentes y éticas, para la resolución de los problemas que afecten a la sociedad.El docente ejerce el rol de mediador de los aprendizajes, es decir, establece una relación intencionada y significativa con los estudiantes, encargándose de potenciar en ellos, las capacidades que no pueden desarrollarse de forma autónoma (Zona de Desarrollo Próximo) y se encarga de seleccionar, organizar, planificar los contenidos, variando su frecuencia y amplitud, para garantizar reflexiones y procesos de «reorganización cognitiva», con el ejercicio y desarrollo de funciones y operaciones de pensamiento, que orienten la elaboración de conclusiones
La aplicación de este modelo pedagógico implica la participación de los estudiantes en actividades que exijan problematización intelectual, ejercitación y reflexión constantes, a través del uso de la lectura y de la escritura para potenciar la verbalización socializadora.Son varias las fuentes teóricas que han alimentado y sostienen este Modelo Histórico - Cultural: Ausubel, Bruner, Fuerstein y sobre todo Vigotsky, quien articula sus planteamientos alrededor de la tesis del «origen social de la mente». Este autor plantea que el aprendizaje es el resultado de la interacción social intencionada del sujeto con los demás y con el medio que lo rodea, adquiriendo particular importancia el rol del lenguaje como principal mecanismo de interacción.Construcción teórico formal que fundamentada científica e ideológicamente interpreta, diseña y ajusta la realidad pedagógica que responde a una necesidad histórica concreta

2 comentarios:

  1. Qué bien Héctor Fabio.
    Gracias por tus aportes.
    En Nuestra Normal el modelo predominante es el Modelo histórico-cultural.
    Este modelo otorga una valoración e importancia equilibrada a los cuatro elementos que intervienen en los procesos de enseñanza y de aprendizaje: retoma el rol protagónico del estudiante como el sujeto de sus procesos de aprendizaje; rescata al docente de la marginalidad del modelo anterior y lo ubica como sujeto de los procesos de enseñanza.
    El objetivo de este modelo es formar personas pensantes, críticas y creativas; en constante búsqueda de alternativas para la resolución de los problemas que afecten a la sociedad.El docente ejerce el rol de mediador

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