EL PAPEL DE LA EDUCACIÓN

EL PAPEL DE LA EDUCACIÓN EN TIEMPOS DE INESTABILIDAD
Reproduce : lic Héctor Fabio Villalba
En momentos en que el mundo se debate en una de las más grandes dificultades económicas de los últimos 50 años, la educación está llamada asumir con más fuerza el papel de liderazgo como uno de los campos que puede coadyuvar en la búsqueda
En Colombia la constante respecto a la forma como los sucesivos gobiernos han visto a la educación, no es otra que la visión de los tecnócratas que pululan en entidades como Planeación Nacional, el mismo Ministerio de Educación, y hasta en el poder legislativo que miran la inversión para implementar una educación de calidad como un gasto inoficioso. Sólo las luchas de las organizaciones magisteriales han impedido que se borre de un solo tajo de la faz de la inversión pública el presupuesto destinado a la búsqueda de una educación de calidad para todos.


Pero aquí no se trata de ahondar la visión pesimista y amañada que se tiene de los maestros y los sistemas educativos a los que se les indilga todos los problemas de la sociedad, y se les pide que tengan la solución a dichos problemas, la mayoría de las veces sin darles las herramientas para hacerlo y desvirtuando el verdadero papel que está llamada a jugar la educación en las sociedades actuales.


Qué culpa tienen los sistemas educativos del mundo de que la especulación financiera, la usura, el despilfarro, la corrupción gubernamental y privada, hayan llevado a la economía mundial a su lamentable estado actual? ¿Qué culpa tienen los maestros de que de las élites que han usufructuado del poder político y económico de manera voraz e inequitativa, sobre los hombres de la gran mayoría de la población que se debate en la pobreza? crean que pueden seguir haciendo lo mismo sin que les pase nada? O ¿qué culpa tienen los maestros de que algunos crean que sembrando dinero, al día siguiente lo recolectarán de manera fácil y en grandes cantidades?


Las respuestas a estos interrogantes saltan a la vista ¡ninguna! Pero dónde está esa respuesta que la educación sí puede dar a este y otros problemas de la vida moderna. Sólo con una educación de alta calidad las generaciones de la actualidad le dejarán un fuerte legado a las futuras sociedades para afrontar crisis como las que se viven en la actualidad. Ejemplo de ello es que los gobiernos de países como el nuestro tomen conciencia de que no es con la guerra sino con un aumento en el capital educativo y cultural como se pueden alcanzar altos niveles de desarrollo socioeconómico para toda la sociedad y no solamente para una minoría privilegiada. Los complejos problemas sociales, económicos y políticos, exigen un ciudadano con un alto nivel de formación que domine varios idiomas y que articule su saber con la utilización de las Nuevas Tecnologías de la información y la Comunicación, y que sean capaces de adaptarse a las nuevas y cambiantes condiciones del cada vez más competitivo mercado laboral.