ACTIVIDAD PEDAGOGICA DEL MAESTRO HOY

LA ACTIVIDAD PEDAGÓGICA EDUCATIVA DEL MAESTRO DE HOY
El maestro se “formó” en la universidad y en las escuelas normales, es decir obtuvo un título para el ejercicio de la docencia. Con la vinculación al sector estatal o privado, inicia la acumulación de tiempo de servicio, que no es lo mismo que experiencia, práctica o praxis.
Profesor: Héctor Fabio Villalba

El tiempo de servicio, por si solo, no le concede experiencia docente, la cual tiene que expresarse en aportes educativos integrales a la formación de los estudiantes, sin quedarse simplemente en el cumplimiento del deber, porque ello, solo representa tiempo de servicio.
La práctica docente, va definiéndole al maestro un dominio disciplinar; sin embargo, requiere de constante actualización y perfeccionamiento, so pena de caer en la rutina de trabajo que lo lleva a considerar que sabe la materia, pero que lo puede enclaustrar en la quietud conceptual y de no apropiación de otros discursos.
La praxis del docente, se va adquiriendo en la medida en que se articule la práctica transformadora con el escrito, para la colectivización del saber que debe pertenecerle a todos.

La actividad docente del maestro de hoy, requiere de otros procesos, tales como: la asistencia a cursos para el ascenso al escalafón con nuevas exigencias reales de acercamiento con el conocimiento del área específica. De igual manera, la inmersión dentro del campo post-gradual en estudios avanzados para el mejoramiento y reconocimiento con los enfoques modernos de enseñanza y educación. La asistencia permanente a seminarios, talleres, conferencias, simposios, coloquios, intercambio pedagógico con otros maestros de diversos centros escolares, al parecer, son los eventos que mayor visión le pueden entregar a un profesional de la docencia.

A nivel de la institución escolar, se deben facilitar los espacios para jornadas pedagógicas, el intercambio disciplinar de áreas y la plática permanente entre docentes, tanto por escrito como en forma dialogal. No hay manera más rica de apoyarse unos con otros que compartir saberes; ello se puede lograr en las reuniones de área y en los momentos para construir proyectos de aula, de disciplina, de institución. Todo este sistema de trabajo, será la fuente segura de autoformación académica y profesional del maestro.

Ya, en los mismos intersticios del colegio, este debe ser el dinamizador del trabajo que parta de estimular un proyecto personal de vida de cada maestro, que mire el presente y futuro de la educación, articulado al proyecto pedagógico escolar y al subproyecto de área. Esta red de proyectos, deben estar iluminados por una conceptualización filosófica o epistemológica como ciencia particular; de la utilización de métodos y didácticas que animen el Cómo de ser maestro y de una actualizada concepción de enseñanza-aprendizaje.

Visto así, el maestro implementará unas prácticas pedagógicas con énfasis en el Qué de su actividad docente: ¿Qué enseña? ¿Cuál temática o contenido? ¿Qué programación curricular? ¿Qué calidad de educación comparte? etc.

El maestro de hoy, comportará unas prácticas educativas como concepciones humanas frente a la promoción, a la convivencia, a la formación integral, a la tecnología, la ciencia, la cultura, y por su puesto con la proyección de vida de los escolares.

Pero de igual manera aparecen otros retos a nivel de la docencia: El cómo y cuándo se investiga para hacer las aportaciones desde el aula y la disciplina académica específica, y, un reto mayor, cómo generar innovación para generalizar su saber acumulado, transformando los paradigmas que lo coloquen de cara al tercer milenio.

El investigar e innovar debe comprometer a la institución, pero principalmente al docente con su interés por cambiar. La innovación y la investigación, no puede seguir siendo un campo vedado a los docentes. Hacer propuestas, será un buen comienzo