jueves, 10 de diciembre de 2009

LOS HIJOS DE LOS ARBOLES

De los hijos de los arboles,
a propósito de los cogollos
“Te deseo que siendo joven no madures demasiado de prisa, y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer, y que siendo viejo no te dediques al desespero. Porque cada edad tiene su placer y su dolor y es necesario dejar que fluyan entre nosotros. ”
Victor Hugo
Luego de releer la publicación del artículo anterior: La preparación para el Icfes: ¿suma de tareas y resta de tiempo? concluí que la manera más expedita para ejemplificar mi postura hubiese sido a través de la metáfora del árbol. El argumento es sencillo, un estudiante de grado 11 es un fruto que ha venido madurando a la luz del sol escolar y de la luna familiar, durante más de dos lustros; y pretender darle el color, el sabor, el olor y la contextura, mediante el calor artificial de los preicfes, en menos de un año, no es más que una desvarío, porque los procesos no se pueden forzar ni improvisar, demandan tiempo, espacio, medios y ajustes
Por: José Israel González Blanco.
Trabajador Social, Colegio Nuevo Horizonte
REPRODUCE :HECTOR FABIO VILLALBA
Hoy intento hacer un acercamiento a la situación de los niños amparado en la figura literaria enunciada, preguntando de paso hasta qué punto la escolaridad coadyuva en que los niños y las niñas puedan ser ellos y ellas. Este acercamiento también busca en el lector una mirada retrospectiva, apoyado en el poema de Víctor Hugo.

…Te deseo que siendo joven no madures demasiado de prisa
La madurarez de un elevado guarismo de niños y niñas en Colombia se hace demasiado de prisa, incluso hay quienes dicen que se hace “a golpes” y “a la brava”. Encontrar un niño de 6 años a las 5:30 de la mañana, en un andén de cualquier calle citadina, de la mano de su madre, esperando la ruta del colegio, cuando a esa hora debería estar bajo el techo de una vivienda, dentro de un par de cobijas de lana o de algodón, durmiendo y soñando, es un acto impugnable. ¡Pero no!... Alguien inventó las jornadas escolares desde antes de apagar los ojos la aurora del bello cielo y de esa mediana obscuridad, pende parte de la madurez afectiva, mental, emocional, biológica y moral de la infancia.
Al parecer está rápida maduración de los niños y las niñas conlleva a la inmadurez de adolescentes, jóvenes y adultos Habría que investigar si los embarazos de menores de dad, por ejemplo, están relacionadas con esta situación. La generación nuestra, forjada hacia la segunda mitad del siglo XX y las anteriores, tomaron la sazón y el colorido del calor de la familia nuclear y ello les dio consistencia. Los cogollos de finales de siglo y principios del milenio han sentido el frío de la ausencia de la organización familiar y ese resfriado les ha impedido un desarrollo acorde con las exigencias de su edad.

…Ya maduro no insistas en rejuvenecer
Cada edad tiene su placer y su dolor, aduce el novelista francés, pero las edades de nuestros escolares padecen incoherencias, precisamente por madurar de prisa. El placer y el dolor tienen su lugar en la evolución humana, el primero en menor intensidad que el segundo. Por las venas de los arboles y de los cogollos circula la sabia con el dolor que impregna el corazón, es el dolor generado por la violencia política, familiar y social.

Sin duda esos dolores fluyen entre nosotros, concretamente en la esfera escolar. El centro educativo se ha convertido en el diván, en el escenario por excelencia donde circulan las preguntas, donde se afirman las esperanzas y donde se buscan salidas al deseo de los menores de poder ser niños y niñas. Los retoños quieres recuperar su color verde de la primera infancia y por eso se portan “inmaduros”. Los niños y las niñas quieren borrar el arrebol de la tarde, que les cayó muy tempranamente en su corporeidad, por el verde vivo de la mañana, es de ir, quieren ser sujetos de Derechos tal como lo expone la Ley de Infancia y Adolescencia

Pero mientras estas disimilitudes dinamizan la cotidianidad escolar y comunitaria, el comercio se dispone a celebrar el” Halloween o Noche de las Brujas, una fiesta proveniente de la cultura celta que se celebra en la noche del día 31 de octubre, conocida en nuestro medio como el Día de los Niños. O si se quiere como el segundo día de los niños en el año, porque la Ley 724 de 2001 institucionalizó para el último sábado de abril el Día de la Niñez y la Recreación. Una estrategia de sensibilización y movilización de la sociedad en torno a la niñez.

Del rol de los docentes
La tarea para los educadores cada día se pone más exigente y eso tensiona al magisterio, porque el abordaje tanto de los árboles como de los cogollos demanda más conocimientos, mejores técnicas de relación, más tiempo para la comprensión de los hechos, menos para la instrucción y más inteligencia emocional. La mayoría de nosotros aprendimos bajo el árbol de la teoría peagetiana, Kohlbergiana y saboreamos la pedagogía tradicional. La sombra de esos bosques sirvió para cubrir los rayos solares de ese momento histórico, pero las radiaciones que hoy destellan del impacto de los medios de comunicación y de la recomposición del núcleo familiar, principalmente, obligan a darle un tratamiento distinto a los capullos, de lo contrario su evolución se detendrá y su fructificación quedará en veremos.

Si el Estado y la sociedad apuestan por el reconocimiento y cualificaciòn de sus docentes, los árboles y los capullos podrán respirar partículas del aire puro que expele la democracia y la convivencia. Y, de esta manera, la pregunta por el aporte de la escolaridad a la afirmación del ser de los niños, las niñas y los adolescentes será una realidad soñada. Dicho de otro modo, si la familia, la sociedad y el Estado cumplen con su deber constitucional de educar a la infancia, los hijos de los árboles llegarán a ser árboles y no se quedarán en el intento.

De esta manera Colombia le dirá al escritor francés dadas estas condiciones los jóvenes no madurarán tan de prisa isa y que ya maduros no se insistirá en rejuvenecer, que en la vejez no habrá desespero, porque el placer fluirá por encima del dolor entre todos nosotros

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